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China vs. EE UU = Covid-19

Escribe: Luis Hernando Granada C.

Los rumores van y vienen y como se dice popularmente: “Aquí se raja de todo el mundo, pero no se le sostiene a nadie”.

Lo cierto es que hace poco, más exactamente el 1 de diciembre de 2019 se empezó a hablar del Coronavirus, también conocido como Covid-19, y hay muchas voces que coinciden en afirmar que sus creadores fueron los chinos. Otros afirman que fue Estados Unidos. La verdad no se sabe, pero es muy coincidente que ahora, recientemente, luego de miles de muertos, a lo largo y ancho del planeta, China acabe de anunciar el “casi” control del Corona virus.

¿Es el primer virus que nos afecta? No; y bien vale la pena hacer un poco de historia sobre las afectaciones a nivel de virus se han presentado solo en este nuevo siglo XXI. Veamos:

En el 2002 se calcularon 1.000 los casos de Polio en la región de Uttar Pradesh en la India; en el 2003 se presenta la Epidemia de Sars con 8.000 infectados y 700 muertes en dos meses; en el 2005 la gripe aviar en su cepa H5N1, se convirtió en una amenaza de pandemia cuando se produjeron los primeros contagios en seres humanos; entre el 2009 y el 2010 conocimos la pandemia gripe A (H1N1) que cobró la vida de más de 18.000 personas alrededor del mundo. En el mismo 2010 un brote de cólera azotó Haití con más de medio millón de afectados y 8.000 víctimas; en el 2014 la epidemia de Ébola que comenzó con un brote en Guinea en marzo y se extendió en los meses siguientes a Liberia y a Sierra Leona. Posteriormente alcanzó a Nigeria, Senegal, Reino Unido y Estados Unidos. Su alta tasa de mortalidad y ausencia de cura ha llevado a cobrarse la vida de más de 4.500 personas en medio año; en el 2014 el virus del Zika azotó toda Latinoamérica con varios millones de infectados y miles de bebés nacidos con Microcefalia. La cifra de muertos se calcula en 4.030: finalmente el 1 de diciembre de 2019 la Organización Mundial de la Salud denunció la aparición de un nuevo virus que denominó oficialmente como COVID-19, que en marzo del año 2020 fue declarado el estatus de pandemia por la expansión del virus. Está pandemia como todos lo sabemos comenzó en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, al oeste de Shanghai. Las cifras de personas contagiadas y fallecidas cada día son más alarmantes.

Esta última pandemia ha resultado catastrófica, pero después de difundir el terror y derribar todas las bolsas de valores, bajar el precio del petróleo, los chinos –sus presuntos creadores y propagadores–, van a comprar más barato.

Para quien no lo sepa, no haya entendido, o no lo quiera entender EE. UU. y China, entraron en guerra comercial.

No extraño, pero sí coincidente: Surge un virus en China que derriba la economía mundial y hace que el dólar supere los $4.000. China vende sus títulos del tesoro americano y estabiliza su economía. Después de eso anuncia que el virus ya está casi controlado.

Moraleja aplicable: “Los poderosos crean dificultades para vender soluciones”. Para nadie es un secreto que el negocio de los laboratorios es tanto o más lucrativo que el narcotráfico o la política. En este caso podría estar funcionando así: Los chinos difunden un virus que contamina el mundo; el mundo entra en pánico, la gente la encierran en sus casas. Las bolsas entran en crisis; las acciones de la mayoría de las empresas caen; los chinos se llenan de dinero, compran las acciones de las mayores empresas por precios bajos y pasan a ser dueños de todas ellas.

Después anuncian que todo está bien, pide al mundo que se calme y las bolsas vuelven a la normalidad.

Cuando el mundo vea que la enfermedad no era así y todo vuelva a la normalidad, las acciones de las empresas que los chinos compraron van a valer mucho.

Al día siguiente los chinos vuelven a comer murciélago, solo que esta vez ya son multimillonarios.

De los chinos y de los comunistas/socialistas todo se puede esperar. Ellos comen gatos, perros, ranas, hormigas, culebras, murciélagos y toda clase de bichos; ellos fabrican de todo y de baja calidad y ahora hasta la muerte trae la etiqueta “Made in China”.

Hace 70 años, el Partido Comunista tomaba el poder en China, poniendo fin a una larga guerra civil, y su líder, Mao Zedong, anunciaba el nacimiento de una nueva nación: la República Popular de China.

Mao instaló políticas marxistas, pero a diferencia del comunismo soviético, centrado en la clase obrera, la revolución maoísta se basó en los campesinos.

El objetivo de Mao era industrializar al país y transformar la tradicional economía agraria china. Para ello creó brigadas de trabajo y granjas colectivas, prohibiendo la agricultura y la propiedad privada.

Ese proceso provocó una gravísima insuficiencia alimentaria y al menos entre 20 y 45 millones, según diferentes fuentes, murieron de hambre entre 1958 y 1962.

Mao ahondó sus políticas comunistas y lanzó a mediados de los 60 otra de sus políticas más controvertidas; una campaña contra los partidarios del capitalismo en China, para eliminar a sus enemigos políticos en el seno del Partido Comunista Chino.

Millones de personas fueron aterrorizadas por la Guardia Roja, utilizando a jóvenes ingenuos movilizados por Mao para eliminar a la “cultura burguesa”.

Pero China no se conforma con nada y siempre ha querido dominar el mundo. China hoy, 70 años después se encamina –según algunos analistas–, a convertirse en la principal superpotencia económica del planeta. De hecho, ya es la nación más rica del mundo. También tiene el sector bancario más acaudalado y la entidad con mayores activos: el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC).

Es además el principal gigante comercial del globo: produce y exporta más que nadie, con 119 de sus empresas en la lista de las 500 corporaciones más grandes del mundo, según el listado de 2019 de la revista Fortune.

¿Puede quedar alguna duda sobre la maldad, la inconciencia y la corrupción del comunismo/socialista?

De momento cuidémonos y confiemos en que los gobiernos respondan ante la magnitud de la tragedia creada con el Coronavirus. Confiemos en que, a cambio de seguir sosteniendo los parásitos del Congreso y las mal llamadas disidencias de las farc, el gobierno decida ayudar a su pueblo, preocupándose por una salud que cada día es más precaria a base de Ibuprofeno y Acetaminofén y encerrando a los pacientes en sus casas porque Colombia no cuenta con una verdadera infraestructura hospitalaria.

Fuentes: Wikipedia y JJL

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