Escribe: Luis Hernando Granada C.*.-

“Ya Colombia no aguanta más tanta vagabundería”. Esta fue la respuesta de una humilde tendera del sector de Fontibón, en Bogotá, ante la “motivación” de un vecino –joven desde luego– que la quería invitar a marchar.
El muchacho, con una traba de dos pisos –como dicen ellos mismos–, le habló de la “salvación del país”.
“Este país se salva es trabajando”, le contestó la señora, que ya en días pasados había sido víctima del vandalismo que se genera en las marchas para desestabilizar al gobierno y ante el resentimiento de Petro, un candidato que con estos desmanes ha venido perdiendo puntos en las encuestas.
Efectivamente las últimas marchas han sido lánguidas, solitarias, a pesar de que invitan a conciertos para tratar de atraer a unos jóvenes que ya están cansados, como lo está igualmente el país.
Para nadie es un secreto que estos paros y marchas llamados por un lado “marchas pacíficas” o “marchas por la reivindicación”, de eso no tienen nada. Pero también sabemos que los principales gestores y patrocinadores son Petro en primer lugar, apoyados por la federación comunista depredadora –fecode–, las centrales obreras y cualquier cantidad de grupúsculos y partiditos de la izquierda, que cuentan además con el apoyo financiero del narcotráfico que manejan en el país, las farc, el eln y otros grupos criminales al margen de la ley.
Pero Colombia “se mamó”. Poco a poco el pueblo se dio cuenta –a pesar del silencio de los medios del régimen, Caracol y RCN– de las grandes pérdidas económicas por los bloqueos que lógicamente llevaron al desabastecimiento de alimentos, y que además causaron pérdidas de vidas humanas ante los desmanes causados por la mafia transnacional comunista/socialista.
Poco a poco y a regañadientes, algunos pocos jóvenes se han enterado y aceptado la cruel realidad que se vive en Cuba, en Venezuela, Nicaragua, Chile, Argentina, Brasil, España, México y otros países donde esta mafia ha venido causando estragos a todo nivel y sometiendo a los pueblos a sangre y fuego, porque ante la carencia de argumentos o recurriendo a la compra de votos, es la única forma de llegar al poder.
Poco a poco, el pueblo ha venido conociendo los crímenes de lesa humanidad que estaban ocultos como las cárceles del pueblo donde Petro ordenaba enterrar vivos a lo que llamó “presos de la revolución”; se conoció su participación en el “asado” del Palacio de Justicia, así como el tema de las bolsas y la participación de su escudero el Bobolívar del Congreso, que entregó cínica y descaradamente patrocinio y elementos de defensa a los vándalos contratados por ellos mismos para destruir al país. Ya se descubrió igualmente que miles de indígenas que se movilizan, son contratados y a través de las redes se destapó el cobro que algunos de estos indios le hacían públicamente a Petro.
Poco a poco el pueblo ha venido tomando conciencia de los desmanes y de las insanas intenciones de Petro el incendiario, que no es más que un títere más de la mafia transnacional comunista/socialista.
Por eso las marchas y protestas de la semana anterior fueron lánguidas, con escasa participación de unos jóvenes que solo han servido de idiotas útiles de una causa anti patriótica, encabezada por el psicópata Petro.
Muy acertadamente el famoso canta autor antioqueño Juanes lo dijo: “La izquierda es una mierda”.
Pero hay más: “La estupidez es el combustible de la revolución”. Los jóvenes ignoran que el calificativo de “idiotas útiles”, dado por Lenin, les sienta a la perfección, porque cuando se les pregunta un motivo para protestar, no van más allá de tópicos sin sustancia sobre la situación del país.
Ojalá los jóvenes y hasta los ancianos despistados, tomen conciencia, estudien lo que ha sido esta mafia transnacional comunista/socialista para que dejen esa miserable condición de mamertos.
* Luis Hernando Granada C. – Periodista, Publicita, Director de www.visiondeltolima.com y www.literaturaenlinea.com, autor de la novela “El Imperio del terror” y Gestor cultural del Tolima.
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