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El Miedo

Escribe: Argiro Castaño

Comencemos por decir que a el MIEDO no le ha puesto pantalones nadie. Como reza el dicho que tanto decimos los antioqueños. Desde las épocas de las bárbaras cavernas cuando las barbas llegaban hasta las piernas, a los colombianos nos han metido miedo por todo y de muchas maneras en todas las épocas de la vida.

Nos han azarado con la pata sola, la madre monte, el duende sin cabeza, la llorona, el caballo de 3 patas y los putos infiernos. Incluso cuando yo estaba pequeño, me decía mi madre cuando me le volaba para que no me metiera una pela…

– ¡Argiro, si sale de la puerta de la calle se lo traga la tierra!

Ahí quedaba yo estático, parado casi al borde de la puerta para escapar de la cueriza tan verraca que me daría mi madre por MIEDO a que me tragara la tierra.

Mi madre nos contaba la historia de niños que desobedecieron a sus padres y corrieron para no recibir su castigo y se los tragó la tierra hasta la cintura.

La única manera de liberarlos era dándoles con una rama de verbena mientras el niño le pedía perdón a sus padres y entre gritos juraba no volverlos a desobedecer, siendo esta la única manera de que la tierra los soltara. Después de esas historias no se volvía a volar ni el putas! ¿A quién le iba a gustar que se lo tragara la tierra?.

Aunque estas premoniciones se me volverían realidad y la tierra si me tragaría muchos años más adelante, a raíz de tantos problemas económicos y como de 3 quiebras que he tenido.

Ahí si aprendí lo que es el MIEDO, El pánico, a estar “cagao” con el agua lejos y a desear que me tragara la tierra. Cuando Marleny, mi contadora de entonces me daba esta triste noticia un día por allá en el año 1995.

– Sus deudas con los acreedores suman casi mil millones de pesos don Argiro.

Salí de mi pequeña oficina “mariao”, con el corazón a mil, con unas terribles ganas de vomitar y a punto de irme al suelo. Enfermé de los nervios, me entró el pánico y terminé metiéndome todo tipo de gotas debajo de la lengua para calmar los nervios y el MIEDO tan grande que me acompañaría los próximos años.

Muchos años tardaría en desquebrarme… ¡A usted lo salaron Argiro! Me dijo un amigo de Yarumal Antioquia. Tengo un hombre en mi pueblo que le saca esas sales del cuerpo para que vuelva a progresar y a tener fortuna.

Producto del MIEDO en que vivía y convencido que todo era producto de un hechizo o de un mal terminé en Yarumal Antioquia visitando al “Ocicón“ (que según él) era el elegido por el indio amazónico para continuar con su legado y tenía en su haber los secretos de la selva.

Mientras danzaba a mi alrededor, gemía con unos extraños ronquidos mientras yo sin camisa con los ojos cerrados esperaba que él Ocicón con sus dones milagrosos me sacara el MIEDO y las sales de mi cuerpo.

Me echó un líquido sobre mi cabeza diciéndome que era sangre de gurre y después me agarró a fuete con un viaje de ramas en mis espaldas.

No sé de dónde putas sacó una bolsa llena de tierra negra y unos huesos como de pollo y me dijo: ¡Mire amigo, a usted lo quieren ver es caminando en 4 patas! ¡Esto es de lo más cochino que he visto! y créalo, amigo, que he visto muchas cochinadas en esta vida. Tierra de cementerio con huesos de pájaro “Macuá”.

Se me va para su casa y espera una noche de Luna llena, se va al cementerio y entierra esta bolsa junto al ángel que está tocando la trompeta anunciando el fin de los días.

No le creí un culo al Ocicón por que he sido muy bueno pa tragar hilo pero nunca me trago la carreta, y terminé tirando la bolsa con la tierra y los huesos a un abismo bajando por “matasanos”, ahí después de Don Matías, Antioquia.
¡Cosa ifueputa es el MIEDO!

En el año 2000 decían aleluyos y profetas del mundo moderno que mi Dios vendría a juzgar vivos y muertos, y que llegaría el fin de los días para la humanidad.

Han pasado 21 años y acá seguimos, incluso después de vivir con MIEDO estos casi 2 años de esta triste pandemia, y que surgió por culpa de un sancocho de murciélago mal hervido.

Los testigos de la respetada religión de Jehová, han anunciado la llegada del Armagedón dónde solo ellos cabrán y el resto de la humanidad será destruida, porque solo ellos serán los llamados a poblar la tierra.

Generalmente nada a lo que le hemos temido en esta vida pasa o ha pasado por que nos hayan metido MIEDO. Desde hace muchos años en Colombia se ha generado la política del miedo y nos pasamos en épocas electorales metiéndonos miedo los unos a los otros… ¡Ojo con el Petrismo! ¡Ojo con el uribismo! ¡Ojo con el galanismo! ¡El liberalismo, el Santismo, El populismo, El paraquismo! Y ¡ojo con el ojo!

Nos volvimos unos expertos en hacer campañas basadas en el MIEDO y en decir que el único mesías que nos salvará de las garras del otro es el candidato de nuestras simpatías.

Salen los Fake News… Se hacen foto montajes del Doctor Uribe con una motosierra en la mano mientras al lado ponen un cartel con esta frase: “6.402” quién dio la orden?

También los dardos de la derecha son lanzados sin misericordia y en legítima defensa o por lo menos eso creemos contra nuestros adversarios de la izquierda.

Debido al MIEDO que le han inculcado a mucha parte de nuestra juventud, ahora la fuerza pública son los enemigos y paracos al servicio del gobierno.

En muchas regiones de Colombia sacan al Doctor Uribe de las plazas públicas gritándole todo tipo de improperios y lo mismo pasa con Gustavo Petro en otras partes del país. Producto del MIEDO casi nos estamos haciendo matar por el candidato de nuestra simpatía.

Muchos jóvenes producto del desconocimiento de la realidad política del país terminan tirando piedra y haciéndose sacar los ojos sin saber siquiera por qué lo hacen. Gritan con vehemencia “Uribe paraco el pueblo está verraco”.

¡Estamos en pie le lucha! dicen culicagaos que tienen 16 años y que todavía cagan amarillo, parados con una bandera de Colombia en media autopista Medellín-Bogotá. Porque Lo importante para ellos es tener la mejor foto para subir a las redes o mandárselas a sus amiguitos por Whatsapp, diciéndoles que salgan a luchar por Colombia, acompañada de esta frase: “MIEDO o que!” Tengo un hijo de 20 años y conozco de esta triste situación.

¡En fin! ¡Nos damos palos y nos tiramos duro! los de izquierda, los de derecha, los tibios y los fríos. Todos absolutamente todos nos tratamos de meter MIEDO a ver quién hace cagar primero al otro.

Triste situación de división y odios entre los hermanos colombianos por culpa de los que andan prometiendo escuelas y puentes donde no hay ríos.

Entonces llegan al alma de los más humildes y más permeables los odios partidistas y terminan hasta agarrados en la misma casa Uribistas y Petristas, tibios y fríos, los del centro y los del lado; por culpa de la política como en las épocas de godos y manzanillos cuando nos picábamos a machete por defender el color de un trapo azul o rojo.

Después, los susodichos candidatos por los cuales vivimos agarrados mucho tiempo, terminan haciendo alianzas. Los de derecha con los del centro, los de izquierda con los del centro izquierda, los tibios con los calientes, los fríos con los helados, y los de izquierda con los liberales… porque según ellos están buscando un mejor país para todos.

Después de hacernos casi matar durante los 4 años que dura la campaña presidencial, porque sin posesionarse el presidente electo ya estamos pensando en el siguiente.

Después de esos años de disputa electoral al fin llega el nuevo presidente a la casa de Nariño, querido por unos y odiado casi siempre por las mayorías que nunca salen a votar o que votan y a los 8 días ya están arrepentidos y despotricando del presidente que eligieron y por el cuál casi se hacen matar en la campaña.

Comienzan su gobierno sentándose a manteles con políticos de todos los partidos y todos los pelambres, se sientan a repartirse la torta burocrática del estado, entre todos los que le ayudaron a subir con las coaliciones que tomaron diferentes nombres en los últimos días antes de ser elegidos.

Pacto histórico, alianza democrática, todos por Colombia, Colombia somos todos, pacto anticorrupción, el futuro es ahora, pacto de la esperanza y en fin, un viaje de nombres románticos y esperanzadores con los cuales aglutinaron personas de todos los bandos políticos. Pero todo vuelve a comenzar y a ser lo mismo como siempre.Un ministerio para este, un consulado para este, un buen ministerio para el hijo de este expresidente que se unió al pacto de la democracia para salvar a Colombia de las garras de los putos infiernos.

Usted va para Alemania como embajador y usted se me va para Suiza, mándeme la hoja de vida de su sobrina Doctor demócrata que tengo la embajada de Italia disponible. Entonces siempre terminamos gobernados por los mismos con las mismas, pero de diferentes casas políticas.

Comienzan las llamadas a gobernadores y alcaldes de todo el país para que le reserven puestos pa todos los lagartos que les gritaron los “urras” y se hicieron “desguevar” por ellos durante su campaña en diferentes regiones de Colombia.

Entonces, si entendiéramos la política como una vocación de servicio (lo que debería ser) buscaríamos mejores personas que políticos, y así dar nuestro voto más por gusto que por MIEDO. ¡Necesitan más los políticos del pueblo que el pueblo de los políticos! aunque siempre serán un mal necesario y de obligatoria elección.

Entonces dejemos “EL MIEDO” a ellos y a sus cuentos chimbos de soluciones prontas a todos los problemas del país. Ellos no tienen varita mágica y casi siempre llegan a gobernar como les da la puta gana y no para lo que fueron elegidos por sus electores. Lo que sí podemos hacer es buscar a quien dar nuestro voto más por gusto, por propuestas, por inteligencia, por capacidades administrativas y coherencia, que por MIEDO.

Los países son grandes empresas que necesitan un buen gerente y que a la vez sea un gran estadista para ser manejado. Esto no necesita jamás a un populista sea cual sea su vocación política o por que sea muy fuerte en las redes sociales por hablar duro, por atacar más o por tener muchas propuestas de cambios y soluciones o porque nos metió más MIEDO.

Colombia necesita un buen presidente que trabaje en pro de la democracia, del empleo digno, de la gente menos favorecida, que cuide a sus empresarios y que ponga la maquinaria del estado al servicio de la gente. Que vuelva a ver al campo como la gran despensa agrícola que fuimos.

¡Hombre! Es muy triste ver tierras como las de la Unión Antioquia que antes eran llenas de papa y ganado y que ahora solo quedaron en lindos pastizales. Me dice un amigo finquero de la región que esto se debe a que sembrar papa ya no es negocio y producir leche mucho menos.

¿Cómo les parece que en Colombia ya no es negocio producir comida?… ¿Por qué? le pregunto a mi amigo.

– Mire Argiro: los insumos, los abonos y los fungicidas pa la papa, sus precios están por las nubes y el precio de la papa por el suelo. El litro de leche lo pagan al mismo precio de hace 10 años en las pasteurizadoras, mientras un bulto de urea pa abonar los pastos sube de precio todos los años.

Sale más barato comprar una caja de leche en D1 que producirlo en el campo. Seguramente existen monopolios los cuales tienen a los pequeños caminando en 4 patas.

Necesitamos candidatos buenos con propuestas serias y coherentes que de verdad lleguen con el compromiso de trabajar para todos en ese país. Pa los pobres y también pa los ricos para que sigan generando riquezas.

¡Todos nos necesitamos! Los de arriba, los de abajo, los de derecha, los de izquierda, los del centro y los de los lados.

Colombia es un país lleno de oportunidades para todos y todos nos podemos ayudar mutuamente.

Tratemos de dar nuestro voto a buenas personas, buenos seres humanos, buenos administradores antes que a buenos políticos.

¡Tenemos unos candidatos en estos momentos capaces, serios y con una gran capacidad de gestión! – Ah, pero es que son muy impopulares Argiro, es que nadie los conoce, es que es amigo de Santos, una vez saludo a Petro, también apoyo el SI y su familia estaba con él NO.

¡Hombre! A esto hemos llegado, A inflar en las redes a personas menos capacitadas y dejar pasar la oportunidad de elegir un buen gobernante, un buen gerente para esta empresa que es de todos llamada “Colombia”.

¡Para hablar mierda los políticos generalmente todos son muy buenos! pero para gobernar un país como Colombia se necesita más que un buen hablador de mierda. Porque si seguimos por este loco camino de endiosar candidatos en las redes sociales estamos cerca de que en algún momento nos metan el MIEDO de que si no elegimos como presidente de Colombia a la “Liendra” o por qué no a “Epa Colombia”, todos perderíamos la oportunidad histórica de tener un gran mandatario. ================================================================

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