Escribe: Marcelo Duclos*.-

Con 24 votos a favor, el “Consejo de Derechos Humanos” aprobó una resolución para investigar si Israel cometió “crímenes de guerra” en su lógica defensa contra los bombardeos de Hamas.
La iniciativa tuvo solamente 9 votos en contra. Así votaron los representantes de Uruguay, Alemania y el Reino Unido. 14 países decidieron abstenerse, entre los que se destacan Francia, Italia y Brasil. Pero la resolución contó con 24 votos a favor, en los que se encuentran cinco países predecibles de América Latina. Por lo tanto, el “Consejo de Derechos Humanos de la ONU” comenzará una investigación para corroborar si existió alguna “violación a los derechos humanos” por parte de Israel, en el marco de la defensa de los ataques terroristas sufridos por parte de Hamas recientemente.
El argumento de Michelle Bachelet para impulsar la investigación es bochornoso. Ella consideró que los israelíes cuentan con un sofisticado sistema anti-cohetes denominado “Cúpula de Hierro”, que forma parte de uno de las mejores fuerzas armadas del mundo. Sin embargo, la funcionaria chilena señaló que los civiles palestinos carecen de cualquier defensa.
Pero en lugar de culpar a Israel por su inversión en infraestructura armamentística, que no es más que una necesidad ante una serie de enemigos que promueven su exterminio, Bachelet debería condenar a Hamas por usar a la población civil palestina como escudo humano. Si Israel decidiera borrar del mapa a todo lo que existe en las zonas desde donde surgen los bombardeos, lo podría hacer en un instante. Sin embargo, le dedica tiempo y recursos a un sistema militar, que busca permanentemente ajustar sus objetivos, en pos de cuidar a los seres humanos que los terroristas islámicos usan de carne de cañón.
En un caso inédito en la historia de la humanidad, Israel hasta advierte mediante radio, altavoces y planfletos, los lugares donde necesita (sí, necesita) responder. Pero claro, cuando las personas pierden sus casas y pertenencias (a pesar de haber escapado a tiempo salvando su vida) los disparos de las entidades como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU apuntan hacia Israel.
¿El mundo va a responsabilizar a una democracia ejercida en el marco de un Estado de derecho por contar con un sofisticado sistema que le permite defenderse? ¿Tiene Israel la culpa que los que desean exterminarlo, atacando población civil inocente, se escuden entre los habitantes de Gaza, que también sufren una especie de Gobierno de facto no cuestionado? ¿Le interesa a la ONU investigar el financiamiento de Hamas y sus vínculos con Irán? Preguntas que, lamentablemente, mejor no hacerse.
Desde sus redes sociales, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó como “vergonzosa” la decisión de hoy. Para él, esto es “otro ejemplo de la flagrante obsesión antiisraelí del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”. Según Netanyahu, “esta parodia se burla del derecho internacional y alienta a los terroristas en todo el mundo”. Tiene razón.
El club de la vergüenza
Los cinco votos de América Latina en favor de la iniciativa, sin siquiera cuestionar a Hamas, fueron las dictaduras de Cuba y Venezuela, Bolivia, sin sorpresas desde el retorno del MAS al poder, México, y Argentina. Aquí tampoco hay muchas novedades, ya que el kirchnerismo simpatizante de Irán, ya maneja por completo la política exterior. La última tropelía de la cancillería de Alberto Fernández y Felipe Solá fue el retiro de Argentina de la demanda ante la Corte Penal Internacional contra el régimen de Nicolás Maduro. Al menos el Frente de Todos ya es coherente: hace todo mal y siempre está parado en el lado equivocado y con los aliados incorrectos.
* Marcelo Duclos, nació en Buenos Aires en 1981, estudió periodismo
en Taller Escuela Agencia y realizó la maestría de Ciencias Políticas
y Economía en Eseade. Es columnista de opinión
invitado de Perfil, Infobae y músico.
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