https://visiondeltolima.com

La mitomanía de Gustavo Petro

Escribe: Juan Felipe Vélez*.-

Así como engaña a sus ingenuos seguidores, Petro ha engañado a la justicia y a un país entero.

La relación de Gustavo Petro con Carlos Gutiérrez Robayo, el socio de Alex Saab. Gutiérrez Robayo aportó 50 millones de pesos a la campaña al senado de Gustavo Petro en 2006, y a través de una firma suya habría aportado más de 63 millones en 2011 a la campaña de Petro a la alcaldía de Bogotá.

A pesar de que el senador niega cualquier relación con Gutiérrez Robayo admite haber tenido una relación de cercanía con su padre, Luis Eduardo Gutiérrez Méndez, el zar de la papa.

El senador de izquierda y líder de la Colombia Humana –partido ya sin personería jurídica–, Gustavo Petro, se ha venido esforzando por tomar distancia de su concuñado Carlos Gutiérrez Robayo tras el escándalo de la relación de este con Alex Saab, testaferro de Nicolás Maduro y hoy en juicio representado por el abogado del Grupo de Puebla, Baltasar Garzón.

Respondiendo a una denuncia del diario Cuestión Pública, el senador de la Colombia Humana manifestó que concuñado no es ningún tipo de relación familiar.

Aunque el senador Petro pretende hacer pasar su relación con el señor Gutiérrez Robayo como meramente casual, la realidad es que la relación entre Gutiérrez Robayo, su familia y el senador de la Colombia Humana es de vieja data. A pesar de que el senador niega cualquier nexo con Gutiérrez Robayo, admite haber tenido una relación de cercanía con su padre, Luis Eduardo Gutiérrez Méndez, el “zar de la papa”.

Esta relación data de 1981, cuando Gutiérrez Méndez era concejal en Zipaquirá por el partido conservador y Petro un militante de la Alianza Nacional Popular (Anapo), el movimiento político del único dictador de la historia de Colombia, Gustavo Rojas Pinilla.

El concejal y el subversivo se conocieron producto de una serie de marchas que Petro lideró y por la disputa de unas tierras pertenecientes a la curia de Zipaquirá, que habían sido ocupadas por unas familias humildes. Petro habría mediado en representación de las familias ocupantes y Gutiérrez Méndez lo habría hecho en nombre de la Iglesia.

Al final la situación no llegó a mayores y los terrenos fueron cedidos por la Curia y aquel barrio pasó a llamarse Bolívar 13. El concejal quedó impresionado por la capacidad de movilización de Petro, y a pesar de sus diferencias políticas, comenzó a mover fichas para que se le nombrara Personero Municipal. En el año 84 Gutiérrez padre apoyaría a Petro en su campaña al Concejo de Zipaquirá.

De ahí en adelante la historia de Petro y la familia Gutiérrez se interrumpe por un tiempo, producto de la ya abierta militancia de Petro en el M-19 y la salida de Gutiérrez padre de la política e incursión en el negocio de la papa, donde se haría rico y llegaría a tener más de 1.500 hectáreas productoras.

El camino de Petro con la familia Gutiérrez vuelve a cruzarse por dos hermanas, María Teresa y Verónica Alcocer. En los años 80 el hijo del primer padrino político de Petro, Carlos Alberto Gutiérrez Robayo, conoció a María Teresa Alcocer, con quién se casaría y tendría su primer hijo, durante la misma etapa que creó su primera empresa CGR Biotecnología Reproductiva.

En 1998 Petro se casó con Verónica Alcocer, momento en el que comenzaba su segundo periodo en la Cámara de Representantes, tras llegar de Bélgica como allegado diplomático gracias a Samper. Se sabe que desde ese entonces Petro frecuentaba socialmente a los Gutiérrez e incluso habría contado con el apoyo económico de Robayo en distintas ocasiones.

Este apoyo económico a vino a manifestarse en diversos aportes a las campañas al senador Petro entre los que se encuentra un aporte del señor Gutiérrez Robayo por el valor de 50 millones de pesos en 2006  (USD $21.200 de la época). Donación de Gutiérrez Robayo a Campaña de Gustavo Petro en 2006. (Cuestión Pública) 

Otro aporte fue hecho en 2011 por CGR Biotecnología Residual a la campaña de Petro a la Alcaldía de Bogotá por el valor de 63.920.000 de pesos (USD $34.600), también hubo aportes por parte de dos gerentes de otras empresas de Robayo, una secretaría de la junta directiva y el esposo de la última.

Según el portal Las 2 Orillas, Gutiérrez Robayo incluso le habría prestado a Petro dinero para ayudarlo a cubrir los gastos después de que hubiera quedado por fuera de las elecciones presidenciales en 2010 y sin curul en el Senado.

La cercanía con Petro y otros vínculos con círculos de poder en Bogotá le dieron influencia a Gutiérrez Robayo en el sector público. Según el diario El Tiempo

durante la alcaldía de Petro en Bogotá se dieron al menos cuatro reuniones en la finca de Gutiérrez Robayo en Zipaquirá donde asistieron el entonces gerente del Transmilenio, Fernando Sanclemente, la transportadora Adriana Rodríguez, socia de la firma Express del Futuro y un delegado de la empresa Fanalca.

Allí habrían armado toda la prórroga de los contratos del Transmilenio por tres años más a los cinco operadores de las fases 1 y 2 que les daría utilidades por cerca de 30.000 millones de pesos (USD $16.6 millones).

“Una cosa que ha sido muy dura para el sector transportador es que TM dejó de ser una entidad técnica y transparente y pasó a estar permeada por intereses; se mueven las coimas, y eso ha sido muy fuerte para todos, porque nunca había pasado”, dijo indignado un funcionario del Transmilenio, que pidió la reserva por seguridad.

Según la investigación del periodista Yesid Lancheros, una de las coimas a las que hace referencia el funcionario la habría recibido el propio Gutiérrez Robayo por el valor de 3.000 millones de pesos (USD $1.6 millones). Por fuera de si Robayo verdaderamente recibió la coima o no, la pregunta del millón es ¿qué hacía un privado como Gutiérrez Robayo gestionando la prórroga de contratos de una entidad pública como Transmilenio? Y de manera aún más curiosa, desde su finca.

La Fiscalía le abrió investigación a Gutiérrez Robayo junto con el exsecretario de Movilidad de la ciudad, Juan Carlos Ramos Agudelo; el subdirector administrativo, William Quintero; la directora de asuntos legales, Gloria Bohórquez, y el asesor de la citada secretaría Alexánder Rincón.

Cabe recordar que Fernando Sanclemente, con quien se reunió Robayo, fue destituido de su cargo como embajador en Uruguay por el hallazgo de un laboratorio para procesar pasta de coca en una propiedad suya. Además de recibir coimas de contratos para el Transmilenio, una empresa de Gutiérrez Robayo, Praga Servicios Inmobiliarios, se vio envuelta en un escándalo tras comprobarse que esta empresa comenzó la construcción de varios bloques de apartamentos en las inmediaciones del humedal de La Conejera, en Bogotá, por lo demás zona de reserva ambiental protegida.

La construcción se adelantó con licencia de un curador nombrado por el alcalde encargado Guillermo Alfonso Jaramillo –quien estuvo en funciones por una ausencia temporal de Gustavo Petro– y con el silencio de las autoridades ambientales de Bogotá.

Los accionistas de Praga Servicios inmobiliarios son Carlos Gutiérrez Robayo con un 40%; la cuñada de Petro, María Teresa Alcocer con un 5%; el hermano de María Teresa, Juan Carlos Alcocer, con un 45%, Paula Andrea Castellanos con un 5% y una empresa llamada FEMA Reforestación Ltda. con un 5%.

El proyecto conocido como la Reserva Fontanar es un conjunto de Viviendas de Interés Social de cinco torres de apartamentos entre 39 a 45 metros cuadrados. Aunque el proyecto continuó hubo varias denuncias de que el proyecto estaría ubicado dentro de la reserva de La Conejera. Petro decidió declararse impedido ante el Procurador para controlar la obra de sus cuñados.

Este polémico proyecto no es el único que los Alcocer y Gutiérrez Robayo tuvieron a través de nexos dudosos. La Torre San Marino, ubicada en la carrera 9ª con la calle 127 en Bogotá, fue construida en un lote perteneciente a Julio Gómez, empresario implicado en el Carrusel de la Contratación, quien en 2011 lo traspasó a una empresa llamada Promotora Torre SM, de la cual Praga Servicios Inmobiliarios tendría el 49% de la participación, y un tal Diego Alexander Agudelo Solano junto con Juan Carlos Alcocer y Gutiérrez Robayo tendrían un 17% de la sociedad cada uno.

Julio Gómez declaró ante la Fiscalía que habría hecho el traspaso de este lote por presiones de los Nule, quienes amenazaron con involucrarlo en actos de corrupción. Según Gómez, los Nule le debían dinero a Gutiérrez Robayo y el traspaso de este lote se hizo como pago de esa deuda.

El vínculo de Gutiérrez Robayo con Alex Saab proviene de una carbonífera llamada Trenaco Colombia S.A.S. En septiembre de 2016 la Superintendencia de Sociedades decretó su liquidación por la incapacidad de cumplir sus obligaciones financieras. La polémica alrededor de esta compañía habría comenzado en 2015 cuando —a pesar de tener un pasivo que duplicaba sus activos— suscribió un millonario contrato con la petrolera estatal venezolana PDVSA.

El contrato para perforar 600 pozos petroleros en la Faja del Orinoco por el valor de 4.500 millones (USD $1.6 millones para 2015) fue presentado a Gutiérrez Robayo por Alex Saab, quién llevó a Trenaco a la licitación para poder ganar parte de la comisión por ser el intermediario. Debido a que Trenaco no tiene ninguna experiencia en perforaciones, PDVSA no se arriesgó a suscribir el contrato con la empresa fachada, y al final todo se develó en un escándalo dado a conocer por el diario La República que se refirió a la empresa con un patrimonio negativo de 68 mil millones de pesos (USD $24.8 millones). Trenaco hace parte de una serie de 15 empresas fachada creadas en paraísos fiscales que el International Consortioum of Investigative Journalists reveló eran administradas por Gutiérrez Robayo y su esposa María Teresa.

El último escándalo que rodea la figura de Gutiérrez Robayo es su relación con el presunto narcotraficante Guillermo Acevedo, alias “Memo Fantasma”, al que el propio Petro acusó de tener una relación de negocios con el esposo de la vicepresidente, Álvaro Rincón. Lo curioso es que Rincón declaró que Gutiérrez Robayo, el concuñado de Petro, le habría presentado a Guillermo Acevedo, y fue uno de los vínculos de éste en el mundo de desarrollo de proyectos inmobiliarios bogotano.

El senador Petro acierta en que ser concuñado no es una relación de parentesco familiar, lo que no es cierto es que Gutiérrez Robayo sea un mero conocido del senador. Gutiérrez Robayo aportó a varias campañas de Petro para el Senado y para la campaña a la Alcaldía de Bogotá. Desde su finca en Zipaquirá, Gutiérrez Robayo prorrogó contratos de una entidad pública como el Transmilenio durante la administración de Petro. Además de los vínculos, no tan coincidenciales, con el senador Petro, el señor Gutiérrez Robayo tiene también vínculos, no tan coincidenciales, con el clan Nule, Alex Saab y Guillermo Acevedo. Lo último que importa es que el señor Gutiérrez Robayo sea concuñado de Gustavo Petro, sino las relaciones que han construido durante años.

* Juan Felipe Vélez, Economista, Mc, escritor y liberal.

* * * * * * *

Pilas Colombia

Posted by Geovanny Gómez on Sunday, May 31, 2020

======================================

Ideal para leer en estos tiempos de Pandemia

En 400 páginas llenas de historias y suspenso… “EL IMPERIO DEL TERROR” deja al descubierto los trucos y engaños de pastores, brujos, hechiceros, casas de modelaje, médicos inescrupulosos y otros personajes.

www.literaturaenlinea.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *