Escribe: Diana Esperanza Guzmán.-
Hace poco Colombia recibió la noticia de que el grupo criminal y terrorista de las farc cambiaba su nombre y los medios comunistas nacionales como Caracol y RCN dieron la “noticia” con bombos y platillos.
Obviamente nuestro sitio www.visiondeltolima.com publicó una nota pero sin los aliños, condimentos, flores y demás vagabunderías que suelen utilizar dichos medios patrocinados por la mafia transnacional comunista/socialista.
Jhon R. González hizo en nuestro muro de Facebook el siguiente comentario: “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Nada más acertado por parte de John para calificar la acción de los criminales terroristas.
Ellos –los cabecillas terroristas– siempre han navegado en la mentira, queriendo hacerle creer al pueblo lo contrario. Por ejemplo, la Colombia Humana es liderada por un sicópata inhumano. Los llamados “decentes” son igualmente los más ofensivos y depravados a través de las redes, y así sucesivamente.
Ahora las farc –frente antisocial represivo comunista– se llamará “Comunes”. Claro, delincuentes comunes, parásitos de la sociedad.
Y es que con el patrocinio del gobierno del camarada Chucky Santos conocimos el nuevo léxico de los terroristas.
Al secuestro se le llamó “retención”. Al reclutamiento de niños se le llamó “formación voluntaria”. A la violación de niños y niñas se le dio el nombre de “prestación de servicios sexuales”. A los abortos se les dice “control de natalidad”.
Es decir que cada crimen tiene su nombre que justifica el acto criminal.
Sin embargo, el daño y el dolor no cambian por decirle de otra forma. Por eso el repudio del pueblo obedece a la reacción humana de una víctima tras el daño irreversible hecho, sumado al repudio lógico de un pueblo que ve a sus niños, mujeres y ancianos hacerse víctimas de actos atroces, la reacción lógica a acciones salvajes practicadas no solo a los colombianos sino al país mismo por medio de sus recursos naturales, sus pueblos y caminos.
A Colombia no le duele un nombre; le duelen las salvajes acciones que bajo ese nombre se cometieron.
Pregunto: ¿Entonces un criminal deja de ser criminal cambiándose de nombre?
Mienten y engañan y esperan que el pueblo, que ha puesto los muertos, que ha sido desangrado de todas las formas habidas y por haber, vote por ellos, pero nadie, con todas las verdades que se han conocido sobre los criminales de la izquierda, votaría por ellos.
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