Escribe: Luis Hernando Granada C.*–

Dentro de las grandes mentiras del socialismo/comunista encontramos armas letales, como el adoctrinamiento en los centros acadĂ©micos, escuelas, colegios y universidades. Los dictadores socialistas/comunistas utilizan a sus esbirros –lĂ©ase mamertos–, para que a travĂ©s de sus acciones, y ya aleccionados “contra la oligarquĂa” se dediquen a crear y exagerar los males y las penurias de la sociedad, tales como la pobreza, la falta de acceso a la educaciĂłn, la precariedad de los sistemas de salud, la seguridad ciudadana y la falta de apoyo a los pequeños propietarios y agricultores. Estas son pequeñas armas, pero teniendo en cuenta la fragilidad de la mente de los jĂłvenes, estos las aceptan, las copian y las hacen expandibles convencidos de una “revoluciĂłn” en favor de la sociedad en que viven.
Muchos vándalos confiesan no solo haber sido entrenados en el manejo de papas bombas, lanzamiento de piedras y pintura de grafitis contra el sistema, sino que además han sido pagados por jefes sin rostro, utilizando el sistema de las redes sociales donde nadie se conoce con nadie pero se le sigue la idea al que sea con tal de salir a marchar y a protestar contra las instituciones. Este adoctrinamiento, entrenamiento y polĂticas del socialismo/comunista forman parte del llamado “progresismo” que esgrimen algunos candidatos y lĂderes a travĂ©s de sus nombres de partidos.
En Colombia para no ir muy lejos, encontramos la “Colombia Humana”, nada más falso por estar encabezada por un psicĂłpata creador de las “cárceles del pueblo” –socavones profundos donde se arrojaban a sus vĂctimas hasta que morĂan de hambre y otros factores–; Polo Democrático Alternativo, que justamente por ser de izquierda no presenta otra alternativa distinta a enrumbar el paĂs hacia el socialismo/comunista; el Partido de las farc –frente antisocial represivo de Colombia–, que aunque se cambie de nombre y quiera disfrazar su actuar, no es más que un grupo considerable de criminales, violadores, secuestradores, narcotraficantes que supuestamente dejaron las armas para reintegrarse a una sociedad que siguen aĂşn agrediendo a travĂ©s de las mal llamadas “disidencias”, amparados por la JEP –un bodrio anticonstitucional– que jamás ha condenado a uno solo de los miembros de este grupo narco-guerrillero; el Partido Mira, dirigido y compuesto por pastores estafadores que se respaldan en la Biblia para estafar a sus seguidores, además de adoctrinarlos por medio de la fe hacia los candidatos que ellos tengan para poner en la palestra polĂtica. De hecho hace poco se divulgaron las fortunas de una de sus lĂderes que ya ha ocupado cargos pĂşblicos y ha sido elegida incluso al Congreso de la RepĂşblica. El informe se referĂa a que la citada Piraquive le habĂa comprado mansiones a sus hijos y no propiamente en Colombia y por varios millones de dĂłlares.
Obviamente hay otros partidos de izquierda pero de menor rango cuyo objetivo es vender avales a los candidatos que los soliciten.
En términos generales la idea de estos grupos, partidos, partiditos y grupúsculos es engañar a sus seguidores y a la sociedad con la bandera falsa del “progresismo”, que a la larga no tiene otra meta que el socialismo/comunista.
Los males sociales siempre han existido en todas las sociedades, pero el socialismo/comunista jamás los aliviará ni los extinguirá; por el contrario los agravará con sus polĂticas de expropiaciĂłn, violaciĂłn de los derechos humanos y el asesinato de todos aquellos que no estĂ©n de acuerdo con estos regĂmenes criminales.
La igualdad que el socialismo/comunista pregona es una mentira. A no ser que esa “igualdad” sea como ha sucedido y sucede en China y Cuba donde todos, los sometidos, trabajan –por igual–, para el rĂ©gimen; o como en Venezuela donde la “igualdad” es que todos –por igual–, tienen que buscar sus alimentos en las canecas de la basura, tomar una trocha para huir de su paĂs o resignarse a morir en cualquier parte donde sus fuerzas le alcancen para llegar.
Y mientras el pueblo, sometido, pisoteado, agredido y humillado, busca la manera de sobrevivir, los capos y lĂderes del socialismo/comunista viven a sus anchas, en medio de la opulencia, siempre felices y sonrientes, contemplando a sus “mamertos” trabajando para ellos.
* Luis Hernando Granada C. – Periodista, Diseñador Gráfico y Publicista, Director de www.visiondeltolima.com
y autor de la Novela “El Imperio del terror” – www.literaturaenelinea.com
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