Escribe: Álvaro Iván Grajales Patiño*.-

El miércoles 6 de enero en la tarde se vivieron momentos de consternación cuando un grupo de personas ingresó por la fuerza al Capitolio de los Estados Unidos.
Dicho acto se atribuye a la molestia derivada del resultado electoral que da la victoria al demócrata Joe Biden, mientras el Presidente Donald Trump reiteraba que se cometió fraude.
Para la exsenadora comunista Piedad Córdoba este fue el momento indicado para arremeter contra el partido de Gobierno en Colombia. Según Córdoba, los miembros del Centro Democrático son una “franquicia del trumpismo en Colombia”. La comparación con el movimiento Make America Great Again (MAGA) perseguía desacreditar a la organización política del expresidente Álvaro Uribe.
Incluso, Piedad Córdoba aseguró que el Presidente Iván Duque representa la extrema derecha, pero en un “empaque light”. Cuando la realidad es que Duque es más cercano a las políticas del comunista Juan Manuel Santos, al punto que ha gobernado con muchos miembros del Partido de la U. Sin contar con que ha aumentado el gasto público, la deuda externa y las políticas de subsidio, al mejor estilo de Santos y la centroizquierda.
La verdadera franquicia
Las declaraciones de Piedad Córdoba no dejan de ser contradictorias, en razón al papel que ella ha desempeñado para extender el comunismo. Durante el mandato de Hugo Chávez, fue una fiel colaboradora del régimen venezolano.
Córdoba usó además su posición como congresista para construir un puente con las redes socialistas representadas por Rafael Correa, Evo Morales, Michelle Bachelet, Cristina Kirchner, Dilma Rousseff, Raúl Castro y Hugo Chávez. La exsenadora sí que fue una franquiciada del socialismo del siglo XXI. Intentó por todos los medios introducir esa virulenta ideología comunista en Colombia, mientras defendía al grupo terrorista farc.
Vale la pena recordar que cuando se inició el éxodo venezolano por culpa de la violencia y el hambre, ella guardó silencio. En parte, porque la franquicia que representaba se venía abajo en diferentes latitudes, por ejemplo, en Venezuela empobreció a más del 80% de su población y en Brasil, Lula da Silva fue encarcelado por corrupción, por citar un par de casos.
Por el contrario, Trump y su movimiento engrandecieron a la Unión Americana por 4 años. Incluso, en medio de la crisis económica derivada por el coronavirus, Trump logró mantener baja la tasa de desempleo. Asimismo, proveyó de ayudas económicas a los más necesitados sin necesidad de vulnerar los derechos de propiedad.
Lo reprochable en cualquier situación es el uso de la violencia y las vías de hecho. Pero nunca pertenecer a movimientos que buscan enriquecer a las personas como es el caso de Trump, y no empobrecerlas como la ideología que Córdoba encarna.
Otros señalamientos
Daniel Samper, sobrino del expresidente socialista Ernesto Samper, se preguntó si la senadora María Fernanda Cabal también había ingresado al Capitolio. Cabal reaccionó diciendo que la afirmación Samper Ospina “era estúpida”.
Mauricio Cárdenas, exministro de Santos también se refirió al hecho y expresó que espera que Colombia no pase por situaciones donde la Constitución se irrespete. El mensaje de Cárdenas no cayó muy bien, y el Senador Carlos Mejía manifestó que “Colombia ya padeció un Gobierno que a punta de ‘mermelada’ ferió la Constitución para favorecer al narcoterrorismo, que se robó la presidencia con dineros de Odebrecht.”
* Álvaro Iván Grajales Patiño – Libertario y estudiante de último semestre de Derecho en la Pontificia Universidad Javeriana Cali.
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