Escribe: Luis Hernando Granada C*.–

“Cualquiera menos Petro”; esa es la frase de un país cansado del pillaje, vandalismo y demás vejámenes que representa Petro.
No hay nada más falso que una moneda de cuero y las propuestas populistas de Gustavo Petro, esbirro del comunismo/socialista en Colombia, y eso ha quedado demostrado plenamente. Por eso vale la pena hacer un breve “recorderis” de algunas de sus propuestas, para evitar seguir cayendo en el engaño.
De todos es conocido que los TLC han perjudicado la economía nacional, desde el pequeño y humilde agricultor, hasta altos empresarios, productores y comerciantes.
Según Wikipedia, el 15 mayo de 2012 se firmaron algunos TLC, pero veamos ventajas y desventajas de estos tratados: En el papel, los TLC “garantizaban un mayor acceso del aparato productivo colombiano a la adquisición de bienes de capital, fundamentalmente maquinaria y equipo importado de los Estados Unidos por la eliminación inmediata de la gran mayoría de los aranceles, los cuales oscilaban entre el 5% y el 20%. Y en el papeles era viable y bueno, pero aparte de maquinaria, se empezaron a importar productos como arroz, carne, pollo, maíz, trigo, algodón y otros productos que se venían produciendo en Colombia, lo cual se convirtió en un gran perjuicio para el agricultor colombiano que se vio obligado a vender sus tierras y a dedicarse a otra actividad. Es criminal importar lo que producimos. Esa es realmente una actitud apátrida. Juan Manuel “Chucky” Santos aprobó los TLC entre Colombia y la UE. Y dijo que se trataba de “abrir una etapa de generación de empleo en el país”. Falso porque el desempleo empezó a crecer.
Frente a los TLC, Petro habló de “proteger la industria colombiana”. Esa es parte de la estrategia populista de Petro para “descretar calentanos” y captar adeptos, porque mientras dice lo anterior, luce trajes, cinturones y zapatos Ferragamo. ¿Por qué no usa productos nacionales como los de Arturo Calle o Alberto VO5?… Pero frente a los TLC, Pedro dice que acabaría con ellos, pero es absurdo proponer que se puede fortalecer la economía reemplazando la explotación petrolera por cultivos de aguacate. ¿Dónde va a sembrar sus aguacates si empezaría por expropiar las tierras? Y lo peor: ¿Qué país va a comprar los aguacates sin los TLC? Los TLC no hay que acabarlos; lo que se debe hacer es reformarlos y dicha reforma es muy sencilla porque todo lo que hay que hacer es frenar o eliminar la importación de los productos que producimos en Colombia, pero eso, ni al Congreso ni a los gobernantes y mucho menos a la izquierda le ha importado.
El turismo nacional en Colombia se ha visto afectado durante los dos últimos años, no solo por la pandemia sino por los paros criminales organizados por Petro, Fecode y la izquierda en general. En este sentido Petro ha dicho públicamente que traerá 15 millones de turistas al país, pero sus vacaciones las disfruta en Europa o EE.UU. ¿Por qué no nos da ejemplo y elige un destino nacional? Si algo tiene Colombia son sitios realmente paradisiacos para disfrutar las vacaciones.
Ha dicho que combatirá el paramilitarismo. No habla de combatir la guerrilla de las farc, el eln o las bacrim; obvio, esas bandas criminales son sus aliados, su brazo armado y la mayor fuente de financiación a través del narcotráfico. Además, mientras habla de combatir el paramilitarismo, en sus listas hay “guerrillos” y maleantes aspirando al Congreso.
El clientelismo, el prevaricato, el robo al erario público y otras insanas acciones de los politiqueros, son vejámenes que llevan al detrimento al país, pero él, es uno de los principales promotores y actores de estas prácticas. Para la muestra un botón: Se hizo elegir Alcalde de Bogotá, y ese fue el peor error cometido por los bogotanos. Petro garantizó en campaña, que acabaría con dichas prácticas, pero junto a él caminan muchos personajes nefastos que tiene como socios. Pero además afirmó que manejaría los recursos con transparencia, y eso es algo que no se lo cree sino los mamertos, porque como Alcalde, compró camiones viejos a US$3.000 y los vendió al Distrito en $150.000.000 mientras la ciudad se veía afectada por las basuras y la contaminación ambiental.
Dice Petro que luchará contra la corrupción, pero maneja a oscuras, en talegas, por fuera de la legalidad sus dineros supuestamente para su campaña. ¿Será que tiene a su favor las Cortes, las autoridades y hasta la prensa para impedir ser investigado?
Dice amar, ser solidario y apoyar a la juventud, pero los adoctrina y los convierte en vándalos para llevarlos a combatir en las mal llamadas “primera línea”. Lo que es peor, es que, a pesar de sus promesas, de su falsa solidaridad y de un apoyo que no existe, en las listas al Congreso, no aparecen estos jóvenes ni siquiera en la última línea.
Dice “amar a Colombia”, pero a sus hijos los tienes viviendo en países capitalistas que tanto critica. ¿Por qué no los manda a Cuba, Venezuela o Nicaragua, cuyos regímenes criminales defiende y promueve?
En su desmesurado populismo, Petro afirma ser defensor de los afros, pero a la candidata negra, la trata como ciudadana de segunda, permite que sus secuaces la humillen y al candidato del único partido étnico negro con personería jurídica, lo envía al puesto 19 de la lista al Senado. ¿Esta actitud miserable y exclusivista no es igual a la que realizaba otro criminal comunista como Ernesto “el Ché” Guevara que mientras se reunía con los homosexuales, desde las sombras los combatía y asesinaba?
Y como el psicópata necesita seguidores y adeptos ingenuos, qué mejor que acudir a la estrategia de mentirle al campesino, porque ahora que necesita votos, pregona el apoyo al campesino, pero en el colmo de su delirio mental, de su resentimiento, de la carencia de creyentes en sus “programas”, ahora dice que va a expropiar a quien tenga más de 100 hectáreas… Qué cretino; de esa forma el campesino no tendrá cómo sembrar sus productos ni cómo vivir dignamente. ¿100 hectáreas podrían convertir a un campesino que consiguió sus tierras legalmente, en un terrateniente?
Algo que tampoco se le puede creer a Petro es que diga que es un Demócrata, porque el comunismo/socialista no comulga con la Democracia. Además, cuando el psicópata es recriminado por algo, se convierte en un monstruo energúmeno, autoritario, que insulta a los que piensen distinto. Y lo peor es que no acepta la derrota y lo que promueve es la destrucción del país.
Sus propuestas también forman parte de la llamada publicidad engañosa. Hace poco prometió en los Llanos, construir un tren llanero para unir los pueblos de la región ante la carencia de carreteras y vías adecuadas. ¿Ese tren en los Llanos orientales sería igual o parecido a los 100 jardines, los 100 colegios y las 10 universidades que como Alcalde Bogotá construyó en el aire? Hablar es muy fácil y más cuando la cháchara forma parte del populismo característico en los candidatos de izquierda. Y hay algo curioso: Los izquierdistas afirman que jamás han gobernado y que si llegaran al poder lo harían con total transparencia. ¿Fue acaso transparente y buena la gestión de Samuel Moreno, Antanas Mockus, la del mismo Petro y ahora la de Claudia López? Cabe anotar que la gestión de Petro como Alcalde fue la peor que se haya registrado en la historia de la capital colombiana.
Sus promesas de cuidar los recursos públicos no se las cree nadie. Y menos ahora cuando pretende apoderarse de $30.000.000.000 de los colombianos por reposición de votos en una consulta que todos sabemos el resultado.
Finalmente, Petro no puede hablar de equidad; no puede hablar de compartir las riquezas; no puede hablar de su lucha contra la oligarquía cuando él justamente es un oligarca. Así mal contados y sin conocer el valor de sus propiedades en el exterior, Gustavo Petro en Bogotá posee dos casas; una en Encinos de yerbabuena o Altos de Yerbabuena avaluada en más de 5.200 millones de pesos; otra en el condominio Santa Ana al lado de Centro Chía con un valor aproximado de $3.100 millones; un apartamento en Rosales con un valor de $2.800 millones. ¿No es oligarca un personaje con estas y otras más propiedades?
Por estas y muchas otras razones, jamás creería en Gustavo Petro; es más, por todo lo que he visto y he leído, tampoco puedo creer en ningún candidato de izquierda; todos, absolutamente todos, albergan la tendencia hacia la mafia transnacional comunista/socialista.
Lo preocupante es que la amenaza es grande por todos los apoyos con que cuenta Petro. Desde el apoyo de China, pasando por el apoyo de otros países comunistas, sin descontar que en Colombia cuenta con el apoyo de las farc, el eln, las bacrim, los vándalos de la mal llamada “primera línea”, la Federación Comunista Depredadora –fecode–, las centrales obreras y todos los partidos de izquierda.
El secreto sería, no votar por ningún candidato de izquierda y menos por Petro; votar en blanco para las próximas elecciones porque el Congreso de la República necesita gente nueva, no dinosaurios y vejestorios llenos de mañas, corruptos e ineptos.
* Luis Hernando Granada C. – Periodista, Publicita, Director de
las páginas www.visiondeltolima.com y www.literaturaenlnea.com – Autor de la Novela “El Imperio del terror” y Gestor Cultural del Tolima
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