Escribe: Gabriela Moreno*
Tras el aberrante intento de quemar la Catedral de Bogotá por parte de un grupo de feministas defensoras del aborto, la alcaldesa Claudia López intentó marcar distancia insinuando que hubo órdenes superiores para que la policía no actuara, obviando el hecho de que funcionarios de su despacho también se quedaron de brazos cruzados.
Tal como se pudo evidenciar en las redes sociales, la marcha para conmemorar el Día de la Acción Global a favor del Aborto Legal y Seguro en Bogotá terminó siendo un caos previsible, debido a que un grupo de feministas incendió la puerta principal de la Catedral Primada de Colombia. Pero más allá de la acción vandálica –que ya a nadie toma por sorpresa– ha generado mayor preocupación e indignación la pasividad de los organismos encargados de mantener el orden público, así como el intento de la alcaldesa por marcar distancia cuando su despacho también tiene su cuota de responsabilidad por inacción de sus funcionarios.
Con esa violencia desbordaba, estas mujeres exigen a la administración del izquierdista Gustavo Petro que agilice la sentencia de la Corte Constitucional que despenaliza el aborto hasta la semana 24 de gestión –un equivalente cercano a los seis meses de embarazo– aprobado por cinco votos a favor y cuatro en contra de los magistrados en sesión extraordinaria.
Encapuchadas en el siniestro
Además de prender fuego a la Catedral, también bloquearon la Calle 26 con carrera 7, la Avenida Caracas con calle 53, y la carrera 10 con calle 24 y en la calle 32 con carrera 10, según publicó la emisora local W Radio. Las feministas detrás del acto vandálico contra el templo católico de la capital colombiana cubrieron sus rostros para impedir su identificación en las imágenes viralizadas.
Así, encapuchadas, gritaban “mi cuerpo es mío y solo mío y solo mío” y “saquen sus rosarios de nuestros ovarios”, sin que hubiera intervención de las autoridades. En los videos se observa la pasividad de los gestores de convivencia de la Alcaldía de Bogotá.
La alcaldesa Claudia López, aliada del presidente Gustavo Petro, cuestionó la inacción policial ante el ataque a la catedral, insinuando incluso que pudo haberse tratado de una instrucción superior. “¿Tienen la orden de su mando nacional de dejar hacer y dejar pasar?”. Pero ella fue incluso más allá al cuestionar directamente al comandante de la Policía. “Esto es vandalismo. Tiene y merece sanción social y legal. Este video me lo mandó el propio comandante de la Policía de Bogotá (general Carlos Triana). ¿Por qué en vez de grabar no aplicaron el protocolo distrital y la Ley?, expresó en su cuenta de Twitter.
El general Triana respondió a la alcaldesa con un video en el que muestra a la policía dispersando a las atacantes, agregando que “en medio de las manifestaciones de la noche anterior, mujeres encapuchadas intentaron prenderle fuego a la puerta principal de la Catedral Primada en Bogotá. La reacción oportuna de la Policía permitió controlar la situación”.
Las reacciones han inundado las redes sociales. Y la alcaldía de Bogotá también se lleva su parte. “Inaceptable muestra de intolerancia. Un grupo de mujeres a favor del aborto vandaliza y pretende prenderle fuego a la Catedral Primada a vista y paciencia de funcionarios de la alcaldía. ¿Este tipo de actos no amerita la intervención del Esmad?”, cuestionó el representante a la Cámara, Andrés Forero, a través de su cuenta de Twitter.
¿Más Simonas?
Este nuevo acto de vandalismo contra la Catedral de Bogotá por parte de un grupo de feministas sería el cuarto a este templo desde el paro nacional del año pasado, cuando emergió “Simona”, una dirigente del grupo Escudos Azules que se declara a sí misma como de “primera línea”, en alusión al grupo de violento que surgió de las protestas de 2021.
Aunque Gustavo Petro ha marcado distancia, “Simona” ha estado vinculada al movimiento político que hoy gobierna Colombia, pues se le ha podido ver en ruedas de prensa junto al representante a la Cámara por el Pacto Histórico, Alirio Uribe, cuando era candidato.
Esta mujer forma parte de un movimiento con eco en Chile, donde las feministas también han escenificado protestas frente a la Catedral de Santiago y Antofagasta con la consigna “no más violencia contra la mujer”. La imagen al interior de la Catedral de Santiago de seis mujeres desnudas paradas frente al altar del templo es sólo una de las innumerables arremetidas de estas desadaptadas.
* Gabriela Moreno, Periodista venezolana residenciada en Chile. Egresada de la Universidad del Zulia. Experiencia como editora y productora de contenidos para medios impresos y digitales con énfasis en las fuentes de política e internacional.
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