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¿Reforma Tributaria o crimen de lesa humanidad?

Escribe: Luis Hernando Granada C.*.-

En Colombia y en otros países del mundo se habla de “resistencia” o acción de resistir o resistirse… o la capacidad para resistir; “Resilencia” que en psicología se refiere a la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc. Y finalmente se habla de “Resignación” o aceptación con paciencia y conformidad de una adversidad o de cualquier estado o situación perjudicial.

Yo pienso que en Colombia ya no se puede hablar ni de resistencia o resilencia sino de resignación.

La capacidad de lucha de los colombianos, ha pasado a ser un vago recuerdo. Con el correr del tiempo, esa dinámica a defender los derechos, los territorios y las posesiones se fue extinguiendo y de aquello que aprendimos en las escuelas y colegios cuando los profesores nos enseñaban historia –no adoctrinaban– se hablaba de la “Colonia”, esa época que registra la historia cuyos acontecimientos tuvieron lugar entre los años 1550 y 1810 cuando la presencia y al dominio de los españoles se hace presente, con la insana misión de dominar y controlar nuestro territorio patrio de modo sistemático y permanente, con el fin de violar, expropiar tierras, robar nuestras riquezas y cambiando radicalmente las costumbres de los indígenas, al mejor estilo de las farc, el eln y los demás grupos narcoterroristas.

Por ese entonces, los indios aguerridos y valiente –no como los colombianos de ahora– se enfrentaron a los invasores por la defensa de sus derechos, tratando de preservar su cultura y proteger sus vidas. Los indios, diezmados por la armas de fuego y armados solamente con flechas, lanzas y rudimentarias hachas de piedra, prefirieron morir antes de sucumbir o entregarse. Fue la época de los valientes.

Pero dejemos la historia a un lado y trasladémonos a nuestros días: Desde hace muchos años Colombia ha estado en malas manos: Los gamonales, empresarios y dirigentes políticos,  estos últimos divididos en dos grupos principales. Los de la derecha y los de la izquierda. Los de la derecha, amantes del robo, el saqueo al erario público y los congresistas que solo legislan para ellos aunque reciben el sueldo extraído del sudor del pueblo.

Por el lado de la izquierda, tenemos una recua más criminal aun porque aparte de robar, con el sistema de expropiación, asesinan y someten al pueblo bajo el régimen del miedo, siendo así que en la izquierda, que es equivalente a hablar de la mafia transnacional comunista/socialista, se encuentran violadores, narcoterroristas, secuestradores y terratenientes apoyados por los gobiernos de turno. Y esto lo sabemos todos aunque los mamertos se resisten por conveniencia, a aceptarlo.

De hecho en la actualidad Colombia es víctima no de dos sino de tres pandemias: La Covid-19 creada por los chinos comunistas; el petrismo que succionando la materia gris de los jóvenes les inyecta aserrín, convirtiéndolos en vándalos, terroristas, asesinos, drogadictos y en una sola palabra, en zombis al servicio de una causa que no ha dejado más que muertos a través de la historia y con el adoctrinamiento de la Federación Comunista Depredadora –fecode–, las centrales obreras, los grupos sediciosos y algunos grupos y partiditos de izquierda, sin desconocer la existencia de iglesias que a través de la palabra de Dios inducen a sus borregos a pertenecer y a votar por los candidatos de la mafia citada arriba.

Pero cité tres pandemias y solo he hablado de dos: La Covid-19 y el petrismo; la tercera es la nueva Reforma Tributaria que nos quiere imponer el gobierno a través de los parásitos del Congreso y el Ministro de Hacienda.

En el “mamotreto” de su articulado, todo apunta a que la tal Reforma, disfrazada con el nombre de “Reforma Social” no tiene la más mínima intención de favorecer al pueblo, al mismo que no solo vota por ellos sino que los sostiene con sus onerosos sueldos y prebendas.

Obligar con cuentos chinos, a un ciudadano a declarar y pagar renta, no es más que un crimen de lesa humanidad. Gravar indirectamente todos los productos de la canasta familiar, no es más que un crimen de lesa humanidad. Ese cuento que la azúcar, la leche, los huevos y el chocolate no van a ser gravados, no se lo come nadie. ¿Acaso ya no vienen gravados los insumos a nivel de producción? Se gravan las pensiones. ¿Acaso ese dinero no es sagrado porque se lo ganaron los trabajadores a lo largo de su vida laboral?

Pero estos son solo tres ejemplos de los muchos que se podrían citar. Y lo grave es que en Colombia, no es necesaria la tal Reforma Tributaria porque el país tiene recursos y tiene de dónde echar mano.

Carrasquilla habló de la posibilidad de reducir el gasto público, pero lo dijo tímidamente, no muy convencido de lograrlo porque sabe que los “honorables” Congresistas no lo van a permitir.

Nadie ha hablado de la posibilidad y necesidad de reducir el Congreso a solo dos congresistas por cada departamento; tampoco ha hablado de recudirles un sueldo que no merecen.

Y considero abiertamente que la nueva Reforma Tributaria es un crimen de lesa humanidad, porque en justicia, lo que se debe hacer es ajustar una serie de tuercas flojas.

Y en este orden de ideas formulo algunas preguntas:

1.- ¿Dónde va a parar el dinero por concepto del injusto 4X1000?… Este impuesto fue creado para “salvar” el sector bancario de la quiebra y lleva ya muchos años. ¿Existe la más mínima posibilidad que las pirañas bancarias quiebren? No, eso no es posible porque las aseguradoras pagan lo que el cliente no quiera o no pueda pagar.

2.- ¿Dónde ha ido a parar el dinero por concepto de las bolsas que nos cobran en los supermercados? Son cifras millonarias y astronómicas cuyo monto ni siquiera se conoce.

3.- ¿Dónde está el dinero de las caletas de los criminales de las farc y el eln? Dicen las malas lenguas que jamás las entregaron y eso puede ser cierto. ¿Entonces por qué, si no cumplen  con lo pactado en el remedo de “acuerdo de paz”, siguen reclamando que se cumplan los citados acuerdos, no del pueblo con la guerrilla sino el pacto satánico entre el camarada “Chucky Santos” y las bestias del horror? Recordemos que el cartel de las farc –ahora camuflado bajo el nombre de “Los comunes”– es uno de los más poderosos en el mundo del narcotráfico.

4.- ¿Dónde están los dineros que ingresan por concepto de “impuestos” aplicables a los saqueadores extranjeros, a los que vienen por el oro, las esmeraldas, el coltán y otros recursos? El pueblo pone las tierras, el agua, los muertos y… ¿qué recibe a cambio?… ¿Solo limosnas?

5.- ¿Dónde va a parar el dinero por otro impuesto absurdo e injusto como el IVA?

6.- ¿Por qué si es posible modificar nuestra Constitución Nacional para favorecer a los psicópatas de la izquierda reclutados en las farc y el eln, no revisan los TLC, un bodrio que solo perjudica al pequeño empresario, al agricultor y a los pequeños productores? Los TLC acabaron en Colombia con la industria textil, con la marroquinería, con los cafeteros, los paperos, los cultivadores de maíz, algodón y otros productos que producimos pero que tenemos que tirar a la basura porque de otros países lo que llega es basura de baja calidad. ¿Por qué tenemos que importar lo que tenemos, lo que producimos, lo que fabricamos? ¿En qué cabeza o mente retorcida cabe que el dueño de un trapiche tenga que comprarle al vecino la panela?

Todas estas son las que yo llamo “tuercas flojas”, pero hay más… muchas más tuercas o recursos que se pueden aplicar antes que matar de hambre, especialmente a los estratos 1, 2 y 3.

7.- ¿Si el Estado necesita tapar el “hueco” o la quiebra en que dejó el país el camarada “Chucky Santos”, porque no recurre al cobro coactivo del impuesto predial que durante muchos años no han pagado principalmente los terratenientes y grandes empresarios?… ¿Son acaso intocables?

8.- ¿Cuánto dinero hay represado por concepto de comparendos de tránsito que no se cobran?… A este nivel, habría que obligar a los agentes de tránsito a no “arreglar” la infracción con billetes de $50.000 o $100.000 a cambio de no imponerle el comparendo.

9.- La JEP –la llamada Justicia Especial  para proteger delincuentes–, le cuesta al país una millonada que bien podría utilizarse para contribuir a tapar el hueco fiscal. ¿Por qué no se puede acabar con ese engendro si realmente al país no le representa sino gastos onerosos?

10.- ¿Por qué no eliminan las pensiones vitalicias a Congresista y otros nefastos personajes que hacen el “paro” de trabajar cuatro años y quedan recibiendo de por vida una onerosa pensión mientras el trabajador de alpargata tiene que trabajar 20 años o más para recibir una irrisoria pensión si es que los Fondos de Pensión no le “envolatan” la historia laboral?

11.- ¿Por qué las iglesias, incluyendo la Católica quedarían exentas de impuestos si las millonadas de dinero que manejan son incalculables e inconfesables y que les sirven a los pastores para comprar yates, mansiones, vehículos de alta gama, financiar campañas de candidatos políticos, empresas y hasta el sexo de inocentes creyentes?

¿Y hay más recursos? Claro, hay muchos más en los cuales se puede pensar antes de aprobar, indirectamente, la pena de muerte para los estratos 1, 2 y 3.

Y como condenan ser críticos y no propositivos, propongo desobediencia civil, no pagar los recibos de los servicios públicos, el impuesto predial, retirar los dineros de los bancos y otras alternativas más, porque esto no se soluciona con paros y marchas. Los paros y marchas solo le sirven a la izquierda para que saque a las calles a los vándalos a destruirlo todo.

Y la última: ¿Dónde están los líderes y capos de la izquierda que hablan de equidad, justicia social y beneficios para el pueblo? Si la izquierda en Colombia sirviera de algo, el salario mínimo no sería tan irrisorio, habría una justa reforma laboral, pensional, educativa y de salud más acorde con las necesidades que el pueblo requiere y las promesas populistas de estos miembros de la mafia transnacional comunista/socialista pregonan.

Caricatura de Ricky – T. de La Patria de Manizales.

* Luis Hernando Granada C., Perioidsta, Publicita,
Director de www.visiondeltolima.com y www.literaturaenlinea.com
y autor de la Novela “El Imperio del Terror”.

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