
La Comisión de la Verdad aborda el capítulo de gestión humanitaria y toma de rehenes. El contexto del secuestro, sus implicaciones políticas, sociales y humanas, el trabajo de mediación, la gestión humanitaria y la liberación de secuestrados fueron algunos de los aspectos que sobre este flagelo trató la Comisión de la Verdad.
En tres sesiones realizadas a lo largo de esta semana, la Comisión abordó el problema del secuestro desde distintas miradas. En la primera, la excandidata presidencial Ingrid Betancourt narró su experiencia de más de seis años de cautiverio y en otra, varios académicos hablaron sobre el secuestro y su incidencia en el conflicto, la tragedia de las víctimas y sus familias y los aspectos legales y jurídicos.
El turno la semana anterior fue para la exsenadora Piedad Córdoba, el Embajador en Washington, Francisco Santos; Faruk Saman, asesor de la Cruz Roja Internacional y del CICR; Monseñor Héctor Fabio Henao, y Rubén Darío Ramírez, zar antisecuestro del gobierno Samper.
Durante su intervención, Santos habló de cómo, a través la Fundación País Libre y las marchas en contra del secuestro, el país empezó a sacar este flagelo del ostracismo.
La mentira es el arma de la guerra, la mentira es con la que se escudan los poderosos
Francisco Santos dijo en su cuenta de Twitter: “La idea era visibilizar el problema, sacarlo del clóset, y ponerlo como un problema crítico de la sociedad y del Estado y de su aparato de seguridad; prestarles asesoría a las víctimas (…) sacamos un delito del clóset, movilizamos a la ciudadanía”.
Santos sostuvo que el secuestro fue una práctica que tuvo dos padres: los grupos paramilitares y la falta de acción del Estado. También dijo que este delito no solo afecta al secuestrado sino a su familia, y le pidió a la Comisión darles la oportunidad a las víctimas para que enfrenten a los victimarios, pues muchas de ellas necesitan saber qué pasó con sus seres queridos.
Monseñor Héctor Fabio Henao insistió en el sentido de humanidad en la dinámica del conflicto y de cómo la Iglesia ha tratado de poner la dignidad humana en el centro de sus buenos oficios para la liberación de secuestrados.
Con Piedad Córdoba y Rubén Darío Ramírez coincidieron en admitir que en el trabajo de la mediación hubo siempre estigmatización y señalamientos, y agregó que así cómo se logró la toma de conciencia en contra del secuestro hay que seguir mostrando otras crisis ocultas.“Hay que actuar sobre las crisis invisibles, del desplazamiento, cómo se hizo visible el secuestro y que hoy está entre las preocupaciones del país”, dijo Monseñor Henao.
Y agregó que “tenemos comunidades que están en situaciones complejas, asesinatos de líderes, desplazamientos (…) debemos tener la capacidad como sociedad de protegerlos de una manera concreta para aliviar esa situación e impedir que se olviden esas crisis invisibles que van quedando en el camino”.
Faruk Saman, asesor de la Cruz Roja Internacional y del CICR, se refirió a la misión de estos organismos para lograr la liberación de miles de personas, llevar cartas o medicamentos con autorización oficial y con las herramientas del DIH.
============================
