Escribe: Luis Hernando Granada C.*.-
Siempre cuando hay un problema, lo más sabio es buscar el origen. Obviamente lo que está viviendo Colombia no es un “problema”, es una catástrofe, y el origen ya casi todos lo conocemos: el resentimiento y el odio que respira el psicópata Petro.
¿Y estaba anunciada? Claro; la guerra la declaró Petro desde que militaba en la organización criminal M-19, con episodios nefastos como la toma a la Embajada Dominicana, el “asado” del Palacio de Justicia que organizó con la complicidad del entonces presidente de Colombia –también comunista– Belisario Betancourt y para favorecer a su compinche Pablo Escobar, el robo de la espada de Bolívar, los crueles vejámenes al interior de las cárceles del pueblo y otros delitos más, todos ellos de lesa humanidad.
Pero vino la Ley 32 de 1982 y fue amnistiado, es decir, jamás sus crímenes fueron pagados, dándole oportunidad a seguir delinquiendo desde varios cargos públicos y con sueldos onerosos que siempre le paga el pueblo, el mismo que ataca inmisericordemente.
Fue “elegido” como Alcalde de Bogotá donde dejó muchas obras de mentiras como los colegios y jardines. Ha sido inexplicablemente “elegido” Senador, pero lo peor vino cuando enfrentado a Iván Duque Márquez, terminó derrotado, a pesar del apoyo que contaba del camarada “Chucky Santos”.
Digamos que ahí fue la de Troya, porque desde que Petro no pudo comprar las elecciones, juró que acabaría con Duque y que “permanecería en las calles los cuatro años si fuera necesario”. Desde entonces no ha descansado, contando incluso con el apoyo de otros apátridas como Roy Barreras, el piojoso Iván Cepeda, Antonio Navarro Wolf, el narco libretista Gustavo Bolívar, “Mamerto” de la Calle Lombana, César Gaviria Trujillo, Ernesto Samper Pizano y toda la cúpula de las farc, el eln, fecode (federación comunista depredadora) y todos los grupúsculos de izquierda de Colombia, y desde afuera, la China Comunista, el dictador venezolano Nicolás Maduro y otros más del hemisferio terráqueo.
¿Interés cuánto valés?
Muchos ciudadanos de a pie se peguntan: ¿Cuál es el interés de Petro y por qué a cambio de generar construcción de país, como Senador de la República, se dedica a destruirlo, afectando la economía, la salud y todo lo que encuentra a su paso?
Es sencillo: Colombia siempre ha sido, para la mafia transnacional comunista/socialista, un suculento caramelo en lo que se refiere a riquezas, que son las mismas de las que busca apoderarse esta mafia sanguinaria.
Si se apoderaron de Argentina que solo produce carne; si se apoderaron de Chile que solo produce cobre; si se apoderaron de Venezuela que solo contaba con petróleo… ¿por qué no apoderarse de Colombia que tiene petróleo, esmeraldas, carbón, coltán, fuentes hídricas, maderas y muchos otros recursos?
Esto viene desde el otro lado, desde la China –la misma del virus–; ahora desde Estados Unidos con un Presidente de izquierda; de Rusia, con Vladimir Putín; es patrocinado igualmente por el Foro de Sao Paulo y otras organizaciones como la ONU, la OMS y un grupúsculo de personajes a los cuales ya no les reciben más dinero en los bancos, pero aun así siguen buscando más riquezas mientras a través de un populismo radical siguen hablando de igualdad, de justicia y participación ciudadana.
Todo lo anterior conlleva a que un psicópata organice y lidere desde las sombras, paros, marchas y protestas, supuestamente “pacíficas” mientras por otro lado pagan a jóvenes ingenuos y convencidos de una causa absurda, para que destruyan todo a su paso; contratan indígenas y les garantizan transporte, alimentación y “salario” para hacer bulto en las plazas públicas y en las calles.
Y como de “pacíficas” no tienen nada, le pregunto al Señor Presidente: El artículo 189 de la Constitución Política de 1991 lo obliga a “conservar en todo el territorio el orden público y restablecerlo donde fuere perturbado”.
Más concretamente, el numeral 11 de dicho artículo lo autoriza para “ejercer la potestad reglamentaria, mediante la expedición de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de las leyes”. Si lo anterior no basta, en el mismo artículo reza que “El derecho a la vida es inviolable”.
¿Si eso es así, por qué está permitiendo el desastre de la izquierda?… ¿Por qué Fecode dejó de ser la Federación Colombiana de Educadores y se convirtió en la Federación Depredadora Comunista que apoya con grandes sumas de dinero a través de los medios comunistas –Caracol y RCN– y con publicidad engañosa, las marchas y paros?… ¿De dónde sale tanto dinero para pagarle a los vándalos sumas que van desde los $100.000 hasta los tres millones de pesos y algo más dependiendo de lo que hagan?
Y remato con la opinión o pregunta de José Omar Clavijo Arciniegas: “¿Hasta cuándo vamos a permitir que este hampón del Petro, siendo Senador lideré todos los actos de violencia y vandalismo, coordinando ataques directos a los bienes del Estado que son fruto de nuestros impuestos así como el vulnerar la Constitución Política de Colombia, de manera cínica sin que la justicia tome lo pertinente y lo juzgue por terrorismo así como la de retirarle las credenciales como Senador y colocarlo a buen recaudo en una prisión que es lo que se merece? Esto es extensivo a todos y cada uno de los apátridas senadores y parlamentarios que lo apoyan y no hacen sino propiciar mociones de censura contra los que les incomodan en sus propósitos delictivos. Hay que acabar con las curules a dedo de las farc, los indecentes de la JEP, Fecode, y todos los partidos políticos que apoyan a estos hampones. Vamos Colombia iniciemos un referendo nacional y reclamemos nuestros derechos”.
* Luis Hernando Granada C., Periodista, Publicista, Director de www.visiondeltolima.com y www.literaturaenlinea.com
y autor de la Novela El Imperio del Terror
=====================================================
PUBLICIDAD
